Hoy os propongo emular a la gran Anna Atkins y convertiros en artistas y botánicos por un día. Ayudándonos de un papel especial y gracias a la energía del sol, vamos a crear impresionantes laminas. No es magia, se llama Cianotipia.
La cianotipia es una de las primeras técnicas fotográficas que apareció y además, una de las más sencillas y baratas de usar. Aunque su inventor fue John Herschel, la primera persona en usarlas fue una mujer, Anna Atkins.
Anna, uso esta técnica para crear preciosas ilustraciones botánicas de algas y plantas que recopilo en varios libros, convirtiéndose así en la primera persona en publicar un libro de fotografía. Todo un hito que podemos rememorar fácilmente en casa. (Puedes leer su increíble historia y ver sus imágenes aquí).
Una actividad muy sencilla y divertida que mezcla ciencia y arte. Perfecta para hacer con los más pequeños durante los meses de verano. Además, con la excusa, podemos hablarles de botánica, fotografía y de la historia de esta mujer.
Seguro que les encanta.
-Materiales:

- Papel fotosensible para cianotipias.
- Hojas, ramas y/o diferentes objetos.
- Un cristal o plástico transparente (a veces vienen en el kit junto al papel)
- Una superficie lisa donde colocar todo. Sirve una mesa, un tablero o el suelo. El único requisito es que este al sol y que no le de ninguna sombra.
Aunque se puede preparar el papel en casa directamente desde cero, lo cierto es que los materiales pueden ser un poco complicados de conseguir. Por suerte, hoy en día podemos encontrar kits listos para usar en tiendas de fotografía, museos o en Amazon. El resto es pan comido.
– Instrucciones paso a paso:
Lo primero es salir a un parque o al campo y recoger hojas y ramas de diferentes plantas. La idea es convertirnos en botánicos por un día y recopilar una buena selección. Cuanto más diferentes entre sí, mejor.
Una vez en casa el proceso es muy sencillo. Básicamente consiste en seguir las instrucciones que vienen en el kit, pero os cuento el paso a paso para que lo tengáis claro.
Es importante que preparéis todos los materiales antes de empezar. Vamos a trabajar con un papel sensible a la luz, así que el tiempo apremia.
1. Sacar el papel.
Con cuidado sacamos uno de los papeles y lo colocamos en una superficie lisa. Cerramos de nuevo bien el paquete para evitar que entre la luz.
TIP: La solución solo es sensible a la luz UV del sol, por lo que las bombillas de casa no le afectan. Eso si, ten cuidado cerca de las ventanas o si lo manipulas en el exterior.
2. Colocar el objeto a fotografiar.
Situamos una de las ramas sobre el lado azul del papel y ponemos el cristal encima para evitar que se mueva. Sed creativos y buscad una composición bonita como hacía Anna Atkins.


3. Situar bajo el sol.
Colocamos todo debajo del sol asegurándonos que no haya ninguna sombra y esperamos. En días soleados, con 15-20 minutos es suficiente. El papel poco a poco cambia de color, volviéndose más blanquecino o gris. Esto nos indica que la reacción ha tenido lugar y que está listo para revelar. En días nublados toca esperar un poco más.
4. Lavar con agua fría.
Transcurrido el tiempo indicado cogemos nuestro papel y lo lavamos bien bajo el grifo de agua fría durante 5 o 10 minutos hasta que no salga más colorante. Poco a poco podemos ver como empieza a aparecer un color azul intenso. La silueta de la planta, por el contrario, se mantiene blanca.


5. Secar
Ahora que tenemos revelada la imagen, solo queda secar el papel sobre una superficie plana. Si al secar os queda muy arrugado, podéis plancharlo del revés a baja temperatura.
TIP: Si vais a preparar varias imágenes os recomiendo que las guardéis dentro de una carpeta cuando termines de exponerlas al sol. Así evitaréis que les siga dando la luz mientras que preparáis el resto. Cuando estén todas listas ya podéis pasar a lavarlas.
Y vòila!! Cianotipias listas.

Aunque la excusa era emular el trabajo de Anna Atkins, lo cierto es que se pueden usar todo tipo de objetos además de plantas y hojas. Probad con muñecos, llaves, tijeras, letras o cualquier objeto que tengáis por casa. Podéis usar incluso negativos de fotos o imprimir una foto invertida sobre papel de acetato. Os sorprenderá el resultado.
¿Cómo funciona?
El papel fotosensible ha sido tratado con una solución química especial que es capaz de reaccionar a la luz del sol cambiando de color. Cuando colocamos objetos encima, estos crean una sombra que bloquea la luz. En realidad lo que ocurre es una reacción química. La solución contiene hierro Fe3+ que gracias a la luz UV del sol se reduce a Fe2+. Este hierro reducido interacciona después con otro componente de la solución, el ferricianuro, generando Ferricianuro ferroso o Azul de Prusia. Un compuesto de color azul añil que es insoluble en agua. Cuando lavamos después el papel, paramos la reacción y fijamos la imagen. Las zonas expuestas al sol quedan de color azul añil, mientras que las que estaban a la sombra, quedan blancas.

Y recordar, que si os animáis a hacerlo podéis compartir vuestras imágenes con el hashtag #experimentaeresciencia. Me encantará verlas.