Intolerancia a la lactosa - Un paseo por la evolución

Intolerancia a la lactosa – Un paseo por la evolución

Estamos súper acostumbrados a beber leche. Lo hacemos cada día. La mayoría no podría vivir sin ese poquito de leche con el café o ese vaso gigante de colacao por las mañanas.  Lo tenemos tan interiorizado que no nos damos cuenta de que en realidad es  un privilegio, un regalo, por el que tenemos que dar las gracias a la evolución. Y es que 2/3 de la población mundial es intolerante a la lactosa. Dos de cada tres personas.

¿Pero qué significa esto?  ¿Por qué medio mundo no puede disfrutar de un alimento que nos parece tan básico como la leche?

Reproducir vídeo

¿Qué es la intolerancía a la lactosa?

 

La lactosa es el azúcar de la leche.  Un disacárido  formado por  una molécula de glucosa y otra de galactosa.  Cuando nos tomamos un vaso de leche, la lactosa, junto con el resto de componentes,  llega al intestino delgado.  Una vez allí, para poder ser absorbida, necesita romperse en sus dos componentes básicos, y de esto se va a encargar la enzima Lactasa. 

Si no producimos esta enzima, o si los niveles son bajos es cuando decimos que tenemos Intolerancia. La lactosa no puede ser absorbida  y pasa al intestino grueso en donde sirve de alimento a nuestra microbiota. Son esas Bacterias fermentadoras las que provocan las molestias  asociadas a la intolerancia; Gases, flatulencias, dolor intestinal…

 

Intolerancia a la lactosa - Un paseo por la evolución

Los bebes, al igual que el resto de mamíferos cuando son pequeños, producen lactasa. Gracias a ella, podemos digerir la leche materna que nos alimenta durante los primeros meses de vida. Pero cuando crecemos ya no nos haría falta. De hecho, vamos perdiéndola poco a poco con el destete. Dejamos de producirla.

Y lo cierto es que la mayoría de los humanos no consume leche cuando son adultos. Al menos leche pura. Pueden tomar queso, yogurt o kéfir, productos fermentados en los que las bacterias ya se han encargado de digerir la lactosa antes.

Al igual que ocurre con el resto de los mamíferos, cuando somos adultos, lo normal es ser intolerante. Y esto es justo lo que ocurre a 2/3 de la población del mundo. 

¿Por qué hay adultos que pueden tomar leche?

 

Pero si es lo normal, ¿por qué hay gente que puede seguir tomando leche cuando crece?

La tolerancia a la lactosa no está repartida por igual en el globo. Hay países con mucha tolerancia y otros en los que es casi inexistente. En los países nórdicos o Estados Unidos, el 90% de la población es tolerante, mientras que en países como Japón o china es justo al revés. Menos de un 10% de la gente puede tomar leche.

Lo más curioso, es que aquellas zonas con alta tolerancia son también las que tienen una larga tradición ganadera.

Intolerancia a la lactosa - Un paseo por la evolución
Mapa de distribución de la tolerancia a la lactosa en el mundo

Los científicos sorprendidos por estos datos empezaron a estudiar qué diferencias había entre las personas tolerantes y no tolerantes. Y el primer sitio donde buscaron fue en el gen de la Lactasa. ¿Habría alguna mutación que explicara estas diferencias?  Y la respuesta es no.  El gen de la Lactasa era exactamente el mismo. No había diferencias en la enzima.

Lejos de desanimarse decidieron mirar un poquito más lejos y estudiaron las regiones adyacentes del genoma. Aquellas encargadas de la regulación del gen. Pensaron que si no existían diferencias en la enzima tendría que haberlas en cómo se regula la producción.  Y allí encontraron no una,  sino dos mutaciones. Dos cambios de nucleótido explicaban por qué las personas del norte de Europa pueden beber leche cuando son adultos.

Mutaciones Intolerancia a la lactosa Europa

 

Echando la vista atrás  y buceando en el árbol genealógico de la humanidad, descubrieron que muy probablemente, estas mutaciones aparecieron hace unos 7500 años en Europa central poco después de que el ser humano empezara a domesticar ganado y a tomar leche en forma de queso.  Gracias a  la migración de esos  pastores nómadas se extendió  hacia el norte de Europa.  Allí, la mutación se extendió muy rápidamente a toda la población. Por eso los expertos piensan que debió suponer una ventaja selectiva muy grande.

 

África también descubrió la leche.

 

Pero aparte de en Europa y Estados Unidos,  existen también pequeñas poblaciones de pastores en África que también son tolerantes, como los Beduinos, los Masáis o los Zulú.  Esto inevitablemente nos lleva a la siguiente pregunta: ¿Apareció una única vez la mutación y se extendió por Europa y África, o son dos hechos independientes?

 El primer paso fue analizar el genoma de algunas de esas poblaciones y buscar si también tenían las mismas mutaciones que los europeos. Y sorprendentemente vieron que no. Había dos mutaciones distintas en Tanzania y Kenia, y otra diferente en la gente de Sudan, y todas ellas habían surgido un par de miles de años después que en Europa.

Mutaciones Intolerancia a la lactosa en África -

 Se trataba de mutaciones independientes  que además habían  ocurrido en dos lugares y momentos distintos de la historia.  Un cambio en nuestro ADN que surgió cuando el hombre empezó a domesticar ganado.  Un ejemplo precioso de coevolución biológica y cultural.

Así que ya sabes, si eres de los que no puede vivir sin leche, tienes que darle las gracias a tus genes y a la evolución.

Referencias:

 

¿interesante? ¡comparte!

¿te gusta el contenido y quieres estar siempre al día cuando haya algo nuevo?

4 comentarios en “Intolerancia a la lactosa – Un paseo por la evolución”

  1. Wow! Sabía que era desigual en diferentes partes del mundo pero no sabía que tanto. ¡Qué curioso! Muy buen post y superbien explicado.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

La información que nos facilitas será tratada por María Teresa Pérez, responsable de la web, con el fin de gestionar y publicar los comentarios del blog. Los datos proporcionados se conservarán mientras exista interés por ambas partes. La legitimación se obtiene mediante tu consentimiento. Los datos no se cederán a terceros. Podrás ejercer tus derechos en hola@eresciencia.com y puedes consultar más información en la Política de privacidad.

te pueden interesar...

Contenido exclusivo, novedades, descuentos, y mucha, mucha ciencia

DÉJATE SORPRENDER