Nadie diría que Rachel Carson, una afable señora de 50 años, sería capaz de iniciar una revolución. Y todo, gracias a un libro: Primavera silenciosa. Un libro que cambiaría leyes, sería el inicio del movimiento conservacionista y ecologista, y la convertiría en una pionera de la divulgación científica. Esta es la historia detrás de semejante hazaña.
Los primeros años
Rachel Carson nació un 27 de mayo de 1907 en una pequeña granja de Springdale, Pensilvania.
Ya desde muy pequeña despuntó en ella la pasión por la naturaleza y los libros. Un amor que la acompañaría toda la vida. Adoraba perderse por los bosques que rodeaban su casa y explorar el rio que pasaba cerca. Se pasaba las horas observando los pájaros, los insectos y las flores. Le encantaba leer libros y escribir historias, muchas de ellas sobre animales. Con tan solo 10 años publicó su primer artículo en una revista.

Rachel Carson de niña leyendo a su perro Candy Chatham University- Collection on Rachel Carson
Cuando le tocó el turno de ir a la universidad, Rachel se matriculó en lengua inglesa. Tenía claro que quería convertirse en escritora. Pero a la mitad, influenciada por una profesora de zoología, cambio de rumbo. Al terminar la carrera de biología, estudió también un postgrado en zoología en la universidad Johns Hopkins en Maryland. Algo nada común para una mujer en aquella época.
En medio de la gran depresión, y sin dinero después de pagar sus estudios, se vio obligada a trabajar como profesora en vez de continuar con el doctorado. Un año más tarde, consiguió trabajo en la Comisión de Pesca de EE.UU. (hoy Instituto de Pesca y Vida Salvaje) como bióloga acuática.

Allí retomó sus habilidades como escritora y creó una serie de guiones cortos para la radio sobre la vida marina y sus habitantes: “Romance under the waters”. Gracias al apoyo de su supervisor, decidió reescribir parte de esos textos y darles forma de artículos. La serie fue publicada en 1937 en la revista The Atlantic Montly con el titulo “Undersea”.
A parte de esos textos, durante esos años en la Comisión de Pesca escribió panfletos sobre conservación, material didáctico y varios artículos científicos. Un trabajo que con el tiempo le permitió ascender a editora jefe de todas las publicaciones de la Comisión.
Sus primeros libros
En 1941 dio el salto y publicó su primer libro: Bajo el viento del oceánico (Under the Sea-Wind). En él, Carson descubrió al mundo que la vida de los animales podía ser una historia. Una idea que ayudaba a trasmitir los conocimientos científicos, y que desde ese momento, ha empapado todos los documentales de naturaleza que se producen. Su particular forma de escribir conseguía explicar los procesos científicos más intricados y complejos de una forma poética y bella que cautivaba a quien la leía.
Siguiendo la estela del primero, en 1951 sacó su segundo libro: El mar que nos rodea (The Sea Around Us). Desde el principio fue un autentico éxito. Se mantuvo durante 81 semanas en la lista de los más vendidos del New York Times. Gracias a eso, pudo abandonar su trabajo en la Comisión de Pesca y dedicarse solo a escribir. Unos años más tarde, en 1956, cerraría la trilogía con el libro The Edge of the Sea.

Los tres libros son una explicación de los milagros de la vida marina. Una celebración a esa riqueza. Desde cómo emergen y se forman las islas, a la compleja interacción de todos los habitantes que forman ese ecosistema, pasando por la últimos avances en tecnología submarina. En sus paginas mostró al mundo que toda la vida en el mar está interrelacionada formando un delicado equilibrio. En definitiva, sus libros invitaban a mirar la impresionante naturaleza que nos rodea con ojos de asombro.
Pero a pesar del éxito de los primeros, sería su ultimo libro el que la haría mundialmente famosa.
Primavera Silenciosa
Durante años recibió cartas y noticias desde todos los puntos del país narrándole la muerte de peces y aves. Incluso el Águila Calva, el emblema de Estados Unidos, estaba sucumbiendo. Primero se pensó en venenos, virus, o cualquier otra enfermedad, pero todos los datos apuntaban a que se debía al uso de pesticidas sintéticos, y concretamente a uno de ellos, el DDT.
El DDT se empezó a usar durante la segunda Guerra Mundial para eliminar los piojos en los soldados y reducir el contagio de tifus. Fue justo después, durante los 20 años siguientes, cuando su uso aumento exponencialmente. Miles de toneladas de producto se fumigaban cada año desde el aire por los campos de cultivo. En la mayoría de los casos de manera sistemática y sin control.
Inicialmente, su idea era publicar un artículo exponiendo los riesgos del DDT, pero ninguna revista parecía quererlo. En seguida se dio cuenta de que le iba a ser imposible publicar algo así. Ningún medio se arriesgaría a perder anunciantes o a financiar un proyecto tan polémico. La única forma era escribirlo ella misma. Gracias al éxito de sus anteriores libros disponía de la libertad financiera para poder hacerlo.
Durante años recopiló datos y evidencias. Consciente del efecto que su mensaje podía tener quería estar completamente segura de todo lo que iba a escribir. De hecho, el libro incluye más de 45 paginas, casi un 1/6 del total, de referencias que apuntalan todo lo que menciona en él.
¿Qué es el DDT?
El DDT se descubrió en 1874, pero no fue hasta 1939 cuando Paul Mueller descubrió su uso como pesticida. Ese descubrimiento le daría el Nobel.
En 1943 la armada americana lo uso para fumigar a miles de personas consiguiendo así parar una epidemia de tifus que azotaba la ciudad de Nápoles. Como parecía no tener efecto directo en humanos, se empezó a usar de forma sistemática.
El DDT es una pequeña molécula que afecta a las neuronas de los insectos. Se une a los canales de sodio e induce impulsos nerviosos de manera incontrolada. Esto se traducen en continuos espasmos y finalmente en la muerte del insecto. Pero a parte del efecto directo en múltiples animales, el DDE, un derivado del compuesto, afecta también a las aves. Se une a los transportadores de carbonato cálcico impidiendo que las cascaras de los huevos se endurezcan y afectando directamente a su reproducción.

Un libro que no solo hablaba de los efectos de los pesticidas en la naturaleza, sino también en los humanos. Escribió 4 capítulos dedicados enteramente al efecto del DDT en el cáncer. También saco a la palestra las conexiones poco éticas que había entre algunas asociaciones científicas y la industria. En definitiva, denuncio los efectos que el DDT tenía en toda la cadena trófica.
Finalmente, el libro salió publicado en septiembre de 1962. Unos meses antes, durante el verano, apareció también en el New Yorker como una serie de 3 artículos. Fue un autentico éxito. Se convirtió en un betseller antes incluso de llegar a las librerías.
Aunque había algún que otro científico que ya había apuntado la posible causa del problema, nadie lo hizo como Rachel Carson. Su libro llego a todos los lugares de Estados Unidos e inicio una revolución. Millones de americanos lo leerían. Incluso llego a las manos del Presidente John F. Kennedy que, impactado por él, crearía un Comité de Asesoría Científica para estudiar el posible efecto a largo plazo del DDT y otros pesticidas sintéticos. La propia Rachel tendría que testificar delante del congreso para dicha comisión.

Rachel Carson testificando en la comisión sobre el efecto del DDT
Los primeros ataques
Como era de esperar la Industria Química respondió con dureza. Primero iniciaron una batalla legal contra ella, su editor y el New Yorker. Cuando esto falló, lanzaron una campaña publicitaria de más de 250.000 dólares para desacreditarla. Se burlaron de ella llamándola alarmista, histérica, solterona, poco científica y hasta comunista. “She Kept Cats and loved birds”. Toda una serie de ataques personales que buscaban desprestigiarla.
Mientras se defendía de las acusaciones, Rachel luchaba también otra batalla, la del cáncer. Unos pocos años antes, en 1960, había sido diagnosticada de cáncer de mama y durante ese tiempo sufrió los efectos de la radioterapia y la enfermedad. Pocos años después, en 1964, falleció.
A pesar de los ataques que sufrió durante esos últimos años, y del revuelo que causó el libro, jamás se arrepintió. En una carta a una amiga intima comentó: “De haber guardado silencio, no habría tenido paz.” “Ahora puedo pensar que he contribuido a algo”.
«I think, how deeply I believe in the importance of what I am doing. Knowing what I do, there would be no future peace for me if I kept silent… It is, in the deepest sense, a privilege as well as a duty to have the opportunity to speak out — to many thousands of people — on something so important.”
FRAGMENTO de una carta a su amiga Dorothy Freeman.
Aún así, no llegó a ver muchos de los logros que consiguió su trabajo. Diez años después de que su libro viera la luz, en 1972, Estados unidos prohibiría finalmente el uso del DDT. Entre medias, se dictaron muchas leyes para la protección del aire, el agua y del medio ambiente, y en 1970 se crearía la Agencia de Protección Medioambiental. A parte de Estados Unidos, otros mucho países se unirían también con leyes que regulan el uso de pesticida. En 2001 el Convenio de Estocolmo sobre Contaminantes Orgánicos Persistentes prohibió a nivel mundial el DDT y otros pesticidas organoclorados para la mayoría de sus usos (todavía esta permitido como método para el control de la malaria).
Una polémica que no termina
Durante años, sus críticos han argumentado que el uso del DDT podría haber salvado millones de vidas por la malaria, pero la realidad es que enseguida se descubrió que el mosquito había desarrollado resistencia. Algo que la propia Rachel ya anunciaba en su libro: “Aun así, la guerra química nunca se gana y la vida queda atrapada en su violento fuego cruzado”.
Lo cierto, es que a pesar de todas las criticas, Rachel Carson nunca llego a pedir que se prohibieran los pesticidas. Su petición fue que se investigaran sus efectos y se pusieran los medios adecuados para asegurar que se usaban de manera adecuada, así como que aumentara la investigación para encontrar nuevos productos más seguros.
«La actitud del hombre hacia la naturaleza es hoy sumamente importante simplemente porque ahora hemos adquirido un poder fatal para alterar y destruir la naturaleza.
Pero el hombre es parte de la naturaleza, y su guerra contra la naturaleza es inevitablemente una guerra contra sí mismo».
Su libro, Primavera Silenciosa, marcaría el inicio del ambientalismo y la creación de la Agencia de Protección Ambiental, pero sobre todo, puso sobre la mesa la necesidad de evaluar con detalle el uso de nuevos productos y estudiar sus efectos a todos los niveles. Sin duda, su habilidad como escritora ayudo a que su mensaje llegará mucho más lejos.
Invitó al publico a preguntar quién lo está diciendo y por qué. En definitiva a mirar con ojos críticos los posibles intereses que hay detrás de cualquier información. Pero quizás, su mayor enseñanza fue mostrarnos la frágil interconexión que existe entre todo los seres vivos. Somos parte de la naturaleza y sufrimos los mismos daños que ella.
Hoy en día, con la crisis climática a la que nos enfrentamos, y la enorme extinción de especies que estamos presenciando, el mensaje de Rachel Carson es más relevante que nunca.
UN PAR DE DATOS EXTRA:
- Nació un 27 de mayo de 1907 en Springdale, Pensilvania.
- En 1941 publicó su primer libro, Under the Sea-Wind (Bajo el viento oceánico).
- Su segundo libro, El mar que nos rodea, salió en 1951.
- En 1952 dejó su trabajo en La Comisión de Pesca de EEUU.
- En el año 1956 cerraría la trilogía con el libro La orilla del mar (The Edge of the Sea).
- Finalmente, en 1962 salió publicado su libro más famoso y polémico, Primavera Silenciosa
- Murió de cáncer el 14 de Abril de 1964, a los 57 años.
- En 1972, EE.UU prohibió el DDT.
- Recibió la Medalla Presidencial de la Libertad a titulo póstumo
- Fue elegida como una de las 100 personas más influyentes del sigo X.X. por la revista TIMES.

Y por si queréis profundizar un poco más en su vida y obra os recomiendo algunos libros y artículos:
- Su libro Primavera Silenciosa sigue siendo a día de hoy uno de los libros de referencia del ecologismo. Aunque la mayoría de los pesticidas de los que habla han sido prohibidos, muchos de los problemas y procesos de los que habla siguen de plena actualidad.
- Otro libro suyo imprescindible es El sentido del Asombro. Un librito que nos invita a mirar la naturaleza con otros ojos, y sobre todo, a trasmitirles el asombro y la curiosidad a los más pequeños. Muy recomendable.